Zapatero lideró una España de grandes avances sociales y de serios problemas económicos
No está claro si la Historia ha absuelto a Rodríguez Zapatero, pero su etapa de presidente del Gobierno (2004-2011) se observa con mayor sosiego. Hasta le han beneficiado las comparaciones con sus herederos. Tanto en la Moncloa -Rajoy- como en el partido, cuyo actual líder, Pedro Sánchez, envidia los 169 diputados socialistas -ahora hay 90- que arroparon la segunda legislatura de ZP en el epicentro de la crisis económica.
Epicentro no quiere decir que Zapatero hubiera medido su alcance ni su repercusión. Ni que hubiera adoptado medidas para contenerla. Tanto él como otros colegas de la socialdemocracia europea incurrieron en un ejercicio de ingenuidad contemplativa y de pasividad desesperante.
Fue la razón determinante de la victoria de Mariano Rajoy y la evidencia que originó el eslogan de la “herencia recibida”. Y no se trataba de una abstracción, sino de una catástrofe económica que disparó el paro -5,2 millones- y dejó en las cuentas públicas un déficit del 8,5% del PIB.
“La herencia recibida” dejó
5,2 millones de personas
sin empleo y un déficit
del 8,5% del PIB en 2011
El contrapeso a la negligencia económica radicó en los grandes avances sociales. Rodríguez Zapatero perseveró en una sociedad más justa y equitativa. No ya reconociendo a título pionero en Europa los derechos de los matrimonios homosexuales, sino además reformando la ley del aborto, legislando la cobertura de la dependencia doméstica, agilizando los trámites del divorcio y asumiendo como prioritaria la lucha contra la violencia de género y las discriminaciones.
Fue la razón por la que inculcó la paridad en su Gobierno y el motivo, probablemente, que lo condujo a nombrar a una mujer, Carmen Chacón, ministra de Defensa, aunque no fue ella, sino José Bono, el protagonista del anuncio de la retirada de las tropas de Irak en abril de 2004.
Cumplía así Zapatero con una promesa electoral tanto como exteriorizaba una crisis diplomática con la administración Bush. Por eso resultó especialmente polémico y premonitorio que el presidente español permaneciera sentado al paso de la bandera de EEUU en el desfile de la Hispanidad de 2003, un año antes de su llegada a la Moncloa.
HITOS EN LAS DOS LEGISLATURAS DE ZAPATERO
Perdió España peso internacional en tiempos de Zapatero, aunque la gestión de los asuntos domésticos comprende tanto la rendición de ETA -no es un mérito individual, sino el esfuerzo colectivo de una sociedad- como la frustración que supuso el rechazo del Tribunal Constitucional al Estatut de Catalunya.
Zapatero aseó España,
despolitizó TVE y exigió
a sus compatriotas un
esfuerzo de tolerancia
Lo había pactado ZP con Artur Mas y habría resuelto la espiral soberanista en que nos encontramos. Quiere decirse que el tiempo ha dado la razón a Zapatero en su concepción territorial y se la ha quitado a los jueces del Constitucional en su rigidez política, por mucho que la moviola sea un instrumento estéril en la solución de la política actual.
Lo que hizo Zapatero fue asear España, constreñirla a recordar –ley de memoria histórica-, despolitizar la TVE y exigir a sus compatriotas un esfuerzo en tolerancia. Empezando por los inmigrantes. Que fueron descritos como una invasión desde el PP y que han adquirido un valor profético a la vista de la crisis contemporánea y comunitaria.
