Antonio Caño

Director de EL PAÍS

Únete a la conversación

Los periódicos hemos dejado de ser el púlpito desde el que se informa y aconseja a una sociedad sin otros recursos para conocer la realidad en la que viven. Los periódicos somos hoy un actor más en medio de un gran escenario universal en el que participan múltiples voces y en el que se cruzan millones de datos. El objetivo de EL PAÍS en una situación de esta naturaleza es el de tratar de contribuir a que esa enorme conversación global sea más civilizada, más próxima a cada uno de nuestros lectores, más útil, mejor arbitrada, más equilibrada. Por esa razón le estamos pidiendo que se una a nuestra conversación, o que se una a la conversación universal a través de nosotros.

La hermosa oportunidad de participación y diálogo plural que las nuevas tecnologías ofrecen, esta indiscutible democratización de la información que vivimos, no puede hacernos olvidar los inconvenientes que también representa. La masificación del debate otorga con frecuencia excesivo protagonismo a las voces que tratan de manipularlo o conducirlo en beneficio de intereses espurios. La conversación universal es en ocasiones dirigida o utilizada precisamente por los individuos o las fuerzas que quieren eliminarla.

Es por eso que queremos reivindicar ahora los valores de EL PAÍS y poner nuestra plataforma al servicio de los lectores por si la consideran de ayuda para navegar por ese gran océano que se nos ofrece en cada momento al mirar la pantalla de nuestro ordenador o de nuestro teléfono móvil. Desde su nacimiento, del que se cumplirán 40 años este próximo 4 de mayo, EL PAÍS ha intentado contribuir desde su espacio en la sociedad, el del periodismo, a hacer de España un país moderno y libre. Lo ha hecho mediante el principal recurso que tiene a su alcance: el de poner a disposición de sus lectores la información contrastada, el análisis riguroso y la opinión plural que necesitan para defender mejor sus intereses, exigir mejor sus derechos y cumplir mejor con su papel dentro de una sociedad democrática.

El objetivo de EL PAÍS es el de contribuir a que esa enorme conversación global sea más civilizada, más próxima, más equilibrada

Ese compromiso de EL PAÍS es hoy global porque el espacio en el que nos movemos también lo es y porque una gran parte –casi la mitad- de los lectores de EL PAÍS se encuentra ya fuera de España. Entendemos que esos valores fundacionales de nuestro periódico son universales, y tan necesarios para nuestros seguidores en Ciudad de México como en Sao Paulo o Barcelona. Y creemos también en la utilidad de esos valores en tiempos en los que los ciudadanos pueden sentirse desprotegidos ante la abundancia fascinante de esta nueva era de la comunicación.

Nuestra conversación, la conversación a la que les invitamos a unirse, no pretende desde luego ser la única ni la mejor. Intentamos que tengan acceso al máximo del conocimiento universal, queremos, por decirlo de forma sencilla, que no se pierdan nada de lo que está ocurriendo. Pero intentaremos también facilitar su comprensión, separar el grano de la paja, para que esta conversación en la que nos embarcamos sea divertida, estimulante y constructiva. Seguiremos hablando.