Rosa García, presidenta de Siemens España desde 2011, apuesta por una mayor colaboración entre empresa y universidad
Como ejecutiva de larga trayectoria en varias multinacionales tecnológicas, Rosa García aporta una visión global y autorizada de la situación y perspectivas del sector en España y en el mundo. La digitalización es la clave y hay que adaptar el sistema educativo para afrontar este reto.
¿Cómo describiría la evolución tecnológica de España en estos últimos 40 años?
Es indudable que la tecnología ha cambiado el mundo en las últimas décadas. No sólo la forma de vida de los ciudadanos, sino tambiénla de las empresas y la forma de hacer negocios. En Siemens hemos estado presentes en hitos tan importantes como la puesta en marcha de las diferentes líneas del AVE o la primera línea de metro sin conductor de Barcelona. Pero ha sido internet el factor que más ha revolucionado el mundo en los últimos 30 años y que, sin duda, más lo hará en los próximos 30, dado el potencial que ofrece la digitalización. Para aprovechar este potencial España tendrá que apostar por la I+D+i, tanto desde el ámbito público como privado.
¿Cuáles son los puntos fuertes de España? ¿Y los débiles?
Tenemos muchos puntos fuertes, pero uno de los más importantes es nuestra creatividad y nuestro compromiso. Somos un país que sabe hacer muy bien las cosas cuando se lo propone y tenemos mucho tesón y una gran capacidad de esfuerzo para recuperarnos. Eso nos ha llevado a tener empresas líderes en varios sectores y ser referencia mundial en ellos. En contraposición, algunos de nuestros puntos débiles son el tamaño demasiado pequeño de nuestras empresas o la baja productividad de nuestra industria con respecto a la UE (un 34% menos).
La formación es el cimiento básico para crear un tejido industrial tecnológico y competitivo. ¿Cómo nos encontramos en términos educativos?
Creo que es muy necesario que se estreche la colaboración entre empresa y universidad con el objetivo de acercar el sistema educativo al productivo. También es muy importante fomentar más el estudio de las ingenierías y la formación profesional dual y tratar de reducir las elevadísimas tasas de desempleo juvenil. Tenemos las generaciones mejor preparadas de nuestra historia y sería imperdonable desaprovechar ese talento.
“Hay que generar una industria
más tecnológica que se aproxime
a la llamada Industria 4.0”
¿Asistimos a otra ‘burbuja.com’ con las empresas de internet?
No. La transformación digital de las empresas es necesaria para liderar el cambio del mundo en el que vivimos. Las empresas ya somos conscientes de que internet es un escaparate indispensable para ayudar a vender más, crecer o ser más competitivos. Ahora falta reflexionar sobre cómo debemos adaptar los sistemas productivos y mejorar la eficiencia en los procesos para satisfacer las nuevas necesidades de nuestros clientes.
¿Qué les pediría a los partidos para mejorar la posición tecnológica y competitiva?
Es clave apostar por la tecnología y, en especial, por la digitalización. Hay que generar una industria más tecnológica que se aproxime a la denominada Industria 4.0; contribuir a mejorar las infraestructuras de sectores clave como el turístico y hotelero; interconectar mejor los centros de distribución y transporte de mercancías, o incrementar los niveles eficiencia energética para que nuestras empresas sean más competitivas.
Por trabajo, usted pasa la mitad del tiempo viviendo en Alemania.¿Qué nos queda por aprender de ellos?
Siemens España es una compañía que tiene una cabeza alemana, pero con un corazón español. Tenemos la suerte de poder aprender mutuamente los unos de los otros. La organización y perfeccionismo alemanes combinan muy bien con la creatividad y el entusiasmo de los españoles, lo que da lugar a un resultado óptimo. Pero más allá de los estereotipos creo que vivimos en un mundo global en el que las cualidades y el talento están muy por encima de otras cuestiones como la nacionalidad o el género.
China es la gran fábrica del mundo ¿Qué rol les queda a Europa y a España?
Un papel clave, como es liderar el paso hacia la digitalización y la fabricación digital. Europa es imbatible en innovación tecnológica. Tenemos la oportunidad de situarnos en el centro del mapa industrial. Y en el caso de España, ya ha ocurrido en la industria automovilística. Una vez más, la clave está en apostar por la digitalización.
Aunque la Bolsa está barata y puede ser buen momento para salir de compras, ¿es más creíble la recuperación de los mercados o la amenaza de otra crisis mundial?
En España parece claro que se está produciendo una recuperación. Ahora bien, las tensiones geopolíticas exógenas y factores como la incertidumbre que transmiten mercados como el chino pueden dar al traste con nuestros esfuerzos para dejar atrás la crisis. En España tenemos que ser muy prudentes y trabajar en consolidar los avances logrados, como la pujanza del sector exterior, la recuperación de sectores industriales o el recobrado dinamismo del mercado de trabajo.
¿Cuáles son los ejes del plan estratégico en España de Siemens?
En Siemens la innovación la centramos en automatización, electrificación y digitalización para la industria, la energía, la movilidad, las ciudades y la salud. En España abrimos, en 2015, un centro de I+D+i ferroviario, que canaliza una inversión de 20 millones de euros anuales y emplea a 350 trabajadores.
¿Qué puede aportar Siemens al desarrollo tecnológico de España?
Desde hace más de 120 años contribuimos al desarrollo tecnológico de España en distintas áreas como la industria, la energía, las infraestructuras o la sanidad. Nuestro objetivo último siempre ha sido mejorar la calidad de vida de los españoles. Somos quizá la compañía con el portfolio más amplio de productos y soluciones. Podemos ayudar con nuestra tecnología a que las empresas españolas avancen en su transformación digital. También tenemos soluciones para que las ciudades sean más eficientes o en el área de salud el uso tecnología puntera en el diagnóstico.
Por M. Rodrgio/ J. Carmona
El mayor despliegue de fibra de Europa
Por Luis Miguel Gilpérez, Presidente de Telefónica España
Telefónica, en sus 92 años de historia, ha liderado todas las revoluciones tecnológicas en España, del teléfono fijo al móvil y de ahí a los datos, el ADSL, la fibra óptica, el 4G… Todas importantes, pero ninguna con la relevancia de la actual revolución digital. Nuestro compromiso con esta nueva vida digital es claro: España y Europa pueden y deben liderar la vanguardia tecnológica. Innovar será sobrevivir, y hablar de innovación es hablar de Telefónica, porque está en nuestro ADN desde siempre.
El sector de las TIC es un motor de crecimiento y competitividad. Además de su capacidad de generar ingresos (entre el 20% directamente y cerca del 30% indirectamente), está muy ligado a la evolución del PIB, cuyo incremento es directamente proporcional al aumento de penetración de los servicios digitales. La banda ancha (BA) es un auténtico dinamizador del crecimiento: por cada 10 puntos porcentuales de mejora de penetración de la BA, el PIB crece más de 1 punto. Y, según datos de la
UE, la BA mejora la productividad en un 5% en el sector industrial y un 10% en el sector servicios por la mejora en los procesos.
“Nuestro compromiso es claro:
España y Europa pueden y deben
liderar la vanguardia tecnológica”
Nos encontramos inmersos en el despliegue de las redes de ultrabanda ancha fijas y móviles, a través de la combinación de la fibra óptica hasta el hogar y la tecnología móvil de última generación, LTE, para abordar el crecimiento de tráfico de datos más impresionante de la historia, que se multiplicará por 11 de aquí a 2018, en un ecosistema en el que ya no se conectará a las personas, se conectará a las cosas: electrodomésticos, vehículos, maquinaria, la ropa o los complementos. Y el 99% de esas cosas, aún no están conectadas. La oportunidad es gigantesca. Gracias a un esfuerzo inversor que rebasa los 10.000 millones de euros en el último lustro, somos el país y el operador con mayor despliegue de fibra de Europa, casi 14 millones de hogares con cobertura y dos millones de clientes activos, y llegamos ya con LTE al 87% de la población.
¿Qué significa esto en términos prácticos? Que las personas viven mejor, se comunican mejor, pueden trabajar desde prácticamente cualquier punto de España con calidad, la educación es más ágil, la sanidad más moderna, la Administración, más cercana. La vida, más digital. Y tenemos enormes retos por delante: capturar las oportunidades, dotar de valor a los operadores como piezas claves de la revolución digital, devolver a Europa el liderazgo tecnológico junto con instituciones y empresas, y todo ello, respetando la seguridad de los datos y la privacidad de los usuarios.