Rafa de Miguel

Pedro Sánchez: “Hay buena y mala política, no vieja y nueva”

Nacido en el madrileño barrio de Tetuán, Pedro Sánchez milita en el PSOE desde 1993. A finales de 2013 su nombre comenzó a ser habitual en las quinielas sobre el futuro liderazgo del PSOE, sin haber formado parte ni de la ejecutiva ni del Comité federal. Un ‘outsider’ que meses después se convirtió en secretario general del partido
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Pedro Sánchez. / Claudio Álvarez

Pedro Sánchez (Madrid, 1972) recuerda especialmente dos primeras páginas de El PAÍS. “Una, la del 23 de febrero de 1981, con aquel titular a cinco columnas que decía ‘EL PAÍS, con la Constitución’. Y aunque tenía 9 años, entendí la gravedad del momento”. El secretario general del PSOE tampoco olvida otra portada que hizo historia, la de Felipe González saludando después de haber ganado las elecciones generales de 1982. “Aquel Gobierno fue el de los derechos y las conquistas sociales, el que universalizó la sanidad y la educación, el que nos metió en Europa“.


¿Qué hay de su primera aparición en este periódico?

Seguramente fue en mi etapa de concejal en el Ayuntamiento de Madrid. Pero recuerdo algo anterior a esa etapa. Un reportaje en EL PAÍS SEMANAL sobre la labor de Carlos Westendorp como Alto Representante de la Comunidad Internacional en Bosnia. Creo que es de 1998. Yo entonces trabajaba con él de asesor. Aquella temporada que pasé en Bosnia ha sido muy importante en mi vida. Vi las consecuencias más duras de la sinrazón y aprendí en primera persona el valor y la importancia del diálogo y la diplomacia en circunstancias muy complicadas. Recuerdo que mis padres se sintieron muy orgullosos leyendo aquel reportaje, que reflejaba la labor de Carlos y la de todos los que estábamos allí. Creo que todavía guardan aquel ejemplar del diario.

Como lector, ¿qué noticia le ha impactado más?

Voy a hablar de una de las más recientes, la de la muerte del niño sirio Aylan Kurdi en una playa de Turquía. Creo que a nadie se le puede olvidar esa imagen, que simboliza el fracaso de Europa en la política de refugiados. El fracaso y la vergüenza que significa dejar a su suerte a millones de personas que huyen de la guerra y del terror. Un fracaso en el que lamentablemente Europa sigue instalada, una vergüenza que el Gobierno de Rajoy no ha ayudado a superar.

“Recientemente, me impactó
la noticia de la muerte del niño
sirio Aylan Kurdi… Esa imagen
simboliza el fracaso de Europa
en la política de refugiados”

¿Qué noticia le gustaría que encabezara una portada futura?

El Congreso aprueba la ley de ingreso mínimo vital. Me gustaría verla impresa en su periódico lo antes posible. El ingreso mínimo vital supone una ayuda esencial para las más de 700.000 familias que no ingresan ni un euro. Significa procurarles una vida digna gracias a la solidaridad de todos y darles una oportunidad de salir adelante. Porque para cualquier persona escapar de la pobreza es muy difícil cuando está instalada en ella y no recibe ninguna ayuda. El ingreso mínimo vital supondría, además, un paso fundamental para erradicar la pobreza infantil, que es uno de mis compromisos más importantes desde que estoy en primera línea de la política.

¿Papel o digital?

Los ritmos actuales me llevan a ser más usuario del soporte digital, como le pasa creo a la mayoría de la gente. Pero reconozco que el papel tiene un encanto especial. Cuando tengo algo más de tiempo, sobre todo los fines de semana, me gusta desayunar al olor del café recién hecho y del papel impreso de los periódicos.

“Los medios son los garantes
de que la información llegue
al ciudadano y son un contrapoder
necesario para la política”

¿Cómo ve hoy a los medios de comunicación en España?

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la democracia. Son garantes de que la información llegue al ciudadano y son un contrapoder necesario para la política.

¿En qué medida ve que los cambios de la ‘vieja’ a la ‘nueva política’ se han reflejado también en los medios?

Yo no soy partidario de distinguir entre ‘nueva’ y ‘vieja política’. Porque hay personas que vienen de lo que se ha llamado ‘nueva política’ y que mantienen viejas costumbres como la intransigencia, la bronca, la imposición, la aversión al pacto. Creo que más que nueva y vieja, existen buena y mala política. Y con los medios ocurre lo mismo. Hay medios nuevos y otros más veteranos que cumplen muy bien su función de informar al ciudadano. Y otros, nuevos y viejos, que amarillean o tergiversan. Eso siempre ha existido, no es algo propio de ahora.