Pablo

He estado en muchas manifestaciones del Orgullo gay. Algunos años he ido en carroza, en coche, a pie… es una experiencia brutal, maravillosa y divertida. También es una experiencia reivindicativa porque mucha gente olvida que es una manifestación, no un desfile ni un carnaval. Se creó como una reivindicación de los derechos del colectivo LGTB pero queda claro que con la participación de cientos de miles de personas heterosexuales se ha ido transformando también en una manifestación que reivindica el derecho de todos a ser como queramos, el derecho a la libertad, a ser libre para amar cada uno a quien quiera y como quiera. Es una gran fiesta de la libertad en la que la mayoría van vestidos como cualquier día de la semana, pero también hay gente disfrazada, gente desnuda… eso sí va mucha, mucha gente y el ambiente es totalmente festivo. Voy todos los años y para mi es una mezcla de reivindicación y celebración festiva. Animo a todo el mundo a ir. Hace años ya que se ha convertido en el mayor evento popular de la ciudad de Madrid. Y eso lo convierte en algo muy importante…