Mariano Gil Martínez

Recuerdo primero que nada el primer viaje en el “AVE”, que fue impecable, aún de las malignas críticas que tuvo que sufrir en los primeros meses. Pero fue genial estar en un tren que corría a 300 km/hora, completamente limpio y que funcionaba hasta los modernísimos aseos (vamos, no parecía que fuera la desastrosa RENFE de la época… Hasta los empleados y empleadas (algo nuevo), eran agradables y amables)…
De la EXPO recuerdo los Pabellones de Alemania, Japón, Francia, Jordania… y España, aunque en éste último, nos paraban continuamente para dejar pasar a las “autoridades de la época”, que debían creerse muy importantes, para frenar la inmensa cola de “españolitos de a pie”, que lo aguantabamos todo… (Y eso que nosotros somos los que pagamos “todos” nuestros impuestos, no como “nuestros próceres políticos actuales”…
Pero la conclusión fue muy buena, incluida la excelente comida que hicimos en el Pabellón de Francia, que tenía un fantástico restaurante…
El final fue de “traca”, ya que la Fura montaba una “caravana” graciosísima y originalísma, que “regalaba” cubos de agua a diestro y siniestro… a una de las parejas que venían con nosotros… les toco uno de los cubos…
Vamos un día genial, con retorno a última hora en el AVE, que tanto nos impresionaba, con cena incluida y de buena nota… EXCELENTE EXPERIENCIA, y ya han pasado 24 años… nada menos.