Juan José Mateo

Albert Rivera: “Los errores te permiten mejorar”

Intenta culminar su gran reto: lograr que Ciudadanos se convierta en un actor clave de la política nacional. A Albert Rivera le gustaría leer que se ha descubierto una vacuna contra el cáncer y el sida, que le han robado a parte de su familia.

Albert Rivera (Barcelona, 1979) fue un adolescente con sueños de nadador que descansaba de sus entrenamientos leyendo EL PAÍS en una cafetería. Hoy recuerda las huellas que ha dejado el diario en su biografía. La suscripción que le regalaron por ganar la liga nacional de debate en 2001. El día que se publicó la foto de un cartel electoral suyo en el que aparecía desnudo. Y la portada de la jornada negra de la muerte de Miguel Ángel Blanco, una de las razones que le impulsaron a entrar en política.


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Albert Rivera. / Samuel Sánchez

Verano de 1997. Tras ser secuestrado por ETA, Miguel Ángel Blanco, concejal del PP, muere asesinado.

Saber que un compatriota tuyo, un concejal, es asesinado por el mero hecho de ser demócrata, impacta mucho. Y luego la crueldad. Aquello fue un ultimátum a toda España. Lo viví una tarde de verano en la que no nos queríamos creer que se iba a cumplir. Mucha gente pensaba que era un chantaje, pero que finalmente le dejarían libre. Y cuando las noticias dicen que lo han encontrado en un bosque con un tiro en la cabeza, y fi nalmente muere, es una sensación de rabia difícil de explicar. Me marcó. Sin duda es una suerte que aquello ya no lo vivamos hoy en el caso de ETA, pero por desgracia seguimos viviéndolo con el terrorismo yihadista. Aunque nada es comparable a eso, ¿le han amenazado alguna vez? Mi pareja recibió un paquete en la puerta de casa con una cara mía, una bala sin percutir y un chorretón fi ngiendo que era sangre, además de una carta que decía que si no dejaba la política en tres meses me mataban. Cuando vi cómo le afectaba a mi familia, que era una amenaza en toda regla, con un juicio en el que se condenó a unos militantes de ERC de mi pueblo…, te das cuenta de que no es comparable con aquello, pero que tienes que asumir algunos riesgos.

“No soy patriota en ningún sentido”, dijo al entrar en política. “Nuestro partido ocupará un espacio de centro-izquierda”, añadió. ¿Mantiene esos posicionamientos?

Me refería a que en Cataluña se había generado una dinámica en la que o estabas a favor de la construcción de la nación catalana o eras un antipatriota, un enemigo. En Cataluña se ha generado una dinámica en la que estás conmigo o contra mí. Lo sigo pensando. Creo más en el concepto civil de ciudadanía que en el nacionalista identitario de patriotismo. Y creo que en el espacio progresista y a la vez centrista que representa Ciudadanos estamos plenamente cómodos.

“Saber que un compatriota tuyo,
un concejal, es asesinado por el mero
hecho de ser demócrata, impacta mucho”

Su vida cambia con un cartel electoral que se convierte en su primera foto en EL PAÍS. Rivera desnudo, en 2006.

Aquello fue muy difícil para mí. Tenía 26 añitos y no quería hacerlo. El embrión de comité electoral que teníamos dijo que había que hacer algo muy impactante, para romper el hielo político y mediático. Conseguimos ir a muchas entrevistas a explicar el contenido del programa. El mascarón de proa, el cuchillo que cortó el hielo, fue aquel cartel. Me costó mucho. Luego, es como cuando pasan los hits del verano. No hay que renegar de ellos.

¿Qué errores ha cometido?

Los errores te permiten mejorar. Te ponen frente al espejo. En la campaña [de las generales de 2015] jugamos a mantener algo que no teníamos, los escaños, y se nos olvidó. Es humano, porque las encuestas nos daban entre un 16% y un 20% de los votos. Hay que tomar nota. Si eres aspirante, eres aspirante. También, al competir con las maquinarias de PP, PSOE y Podemos, con una implantación territorial fuerte, íbamos en inferioridad. Hoy ya hemos hecho ese trabajo. Finalmente, los equipos. No es lo mismo ser médico, abogado, funcionario, que lanzarse a la arena política e irte a un debate con gente que tiene los colmillos afilados de estar en política. En la parte formativa hemos hecho mucho hincapié estos meses. Está dando frutos.