Ernesto Ekaizer

Columna y periodista especializado en economía

Conde, González… y los papeles del CESID

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Juan Alberto Perote, coronel del Ejército del CESID, declara ante el Tribunal Militar que le va a juzgar por el caso de las escuchas ilegales. / CLAUDIO ALVAREZ

Fue así como un día de verano de 1995, una conversación confidencial en el Congreso sobre el chantaje al Gobierno al que estaba sometiendo el expresidente de Banesto, Mario Conde, me puso sobre la pista de una gran historia destapada al cabo de varios meses. El exbanquero se había aliado con un coronel del Cesid, actual Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Juan Alberto Perote, quien había robado, al dejar el servicio, 1.200 microfichas con documentos sobre la guerra sucia contra ETA. Conde amenazaba con filtrar esos papeles a los medios si González no accedía, entre otras cosas, a apartar al juez del caso Banesto, Manuel García-Castellón, y gestionarle una compensación de 14.000 millones de pesetas (87 millones de euros) por las pérdidas patrimoniales que le había ocasionado la intervención del banco. Perote había sido detenido el 18 de junio de 1995. Y Conde le facilitó a su propio abogado, Jesús Santaella, para que le defendiera.


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Portada de EL PAÍS publicada el 19 de septiembre de 1996. / EL PAÍS

El 23 de junio Santaella era recibido a las ocho de la tarde en el Palacio de la Moncloa por el presidente del Gobierno, Felipe González, con el propósito de abrir una negociación. Duró dos meses. José Enrique Serrano, entonces director de gabinete de González, recibió en su despacho de la Moncloa a Santaella y al abogado Mariano Gómez de Liaño hasta el 1 de septiembre. Esa semana se reanudaban declaraciones ante el juez, entre ellas la del coronel Perote.

La filtración de los papeles en paralelo a la declaración judicial del coronel Perote estaba en curso cuando mi investigación casi finalizaba. Pero faltaba un dato: la fecha del 23 de junio, día en que González había recibido al enviado de Conde. En una conversación, una de las fuentes daba por sobreentendido mi conocimiento de la fecha, y casi como quien no quiere la cosa, mencionó el día. ¡Bingo!

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El Coronel del CESID, Juan Alberto Perote (der.) a la llegada a la Audiencia Nacional con su abogado Jesús Santaella, para prestar declaración ante el juez Garzón en relación con el sumario de los GAL. / GORKA LEJARCEGI

La tarde del 18 de septiembre de 1995 expuse los hechos definitivos en el despacho del director de El PAÍS, Jesús Ceberio, quien pidió que me encerrara para publicar el relato en la edición del 19 de septiembre. Sobre la hora del cierre, en el despacho del director adjunto, José María Izquierdo, ante varios redactores y jefes, Ceberio, haciendo gala de su particular sentido del humor, le dijo a Izquierdo: “Firma la información de Ernesto en portada. Es él quien asegura que la reunión en Moncloa fue el 23 de junio”, dijo con cierta mirada inquietante.


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La noticia fue a cuatro columnas: Conde chantajea al Gobierno desde hace meses con material del Cesid”. La mayor parte de las personalidades con las que había mantenido entrevistas a lo largo de dos meses sobre el encadenamiento de los hechos, entre ellas el expresidente Adolfo Suárez y el director del diario ABC, Luis María Anson, difundieron comunicados en los que ratificaban distintas afirmaciones de la historia publicada. El titular provocó un terremoto político. El 8 de noviembre de 1995 González informó en un pleno del Congreso de los Diputados que “al menos parte de la documentación [del Cesid en manos de Perote] se encontraba a disposición de don Mario Conde”.

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Noticia extraída del periódico EL PAÍS el 19 de septiembre de 1995. / EL PAÍS
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Noticia extraída del periódico EL PAÍS el 19 de septiembre de 1995. / EL PAÍS