Javier Martínez García

Trabajaba en El Corte Inglés de Méndez Álvaro y entraba de tarde. Pasé toda la mañana escuchando la radio sin ir a la Universidad ya necesitaba ir en tren hasta Cantoblanco pasando por Atocha y era imposible. Conseguí hablar con una compañera de trabajo que vivía en acodalada y que entraba de mañana y que podía ir en alguno de los trenes pero no fue así, empezaba más tarde de lo normal y aún estaba en casa.

Recuerdo cosas extrañas como que al entrar a trabajar en mi centro comercial no había música ambiente (¿alguien conoce un Corte Inglés sin música ni anuncios constantemente?). Nos dijeron que estaban anulados desde la Central en Hermosilla para todos los centros. No había casí clientes, nadie hablaba. Había una sensación de duelo colectivo que me tuvo a flor de piel toda la tarde. Entre nosotros solo se hablaba del estado de un compañero que estaba herido en el Gregorio Marañón con rotura de tímpanos y cortes… A la hora del cierre se escuchó un anuncio por megafonía que decía que el día 12 el centro cerraría sus puertas a las 18:00h (y no a las 22:00 como habitualmente) para quien quisiera se uniera a la manifestación en Atocha. Nuestro Gerente nos comentó que nunca se había hecho un acto así y que la Empresa concediera esto era algo inaudito y que daba a entender la magnitud de su repercusión.
Ese día 11, al llegar a casa después de trabajo supe que una prima de mi cuñado falleció en el tren del pozo cuando se dirigía a su trabajo en el Ministerio de agricultura. Berta,, DEP.