Carlos Dueñas Rey

Sucedió el 4 de Noviembre de 1982, era muy temprano, entonces en Noviembre y en Toledo hacía mucho frío aunque el Sol quemaba si no te ponías protección en la explanada donde fue recibido Juan Pablo II para celebrar la Eucaristía procedente de Guadalupe –diócesis de Toledo– y acompañado por el entonces Cardenal Primado don Marcelo González Martín.
En Toledo aquella visita fue un gran acontecimiento pues nunca antes un papa había venido a la diócesis primacial de San Ildefonso. Tras la misa recorrió en el “papamóvil” la ciudad para visitar la catedral primada, después de saludar al clero y religiosas contemplativas de la ciudad acudió al seminario metropolitano para compartir un emotivo encuentro con los seminaristas y tras descansar unos momentos abandonó la ciudad.
Era la primera vez que un Sumo Pontífice visitaba España y Toledo y creo que la visita de este papa siempre quedará en el recuerdo de todos pues era un personaje que no defraudaba y no dejaba indiferente a nadie por su extraordinaria personalidad. Se daba la paradoja que en nuestro país los socialistas acababan de llegar al poder por vez primera desde la transición y pareciera que la visita de Juan Pablo II sería algo fría, pero no fue así, la gente se echó a la calle y el “Huracán Wojtyla” fue recibido como se merecía. Toledo se engalanó como para la procesión del Corpus Christi y en la catedral una placa conmemora la visita.