La voz del flamenco llega a Los Matinales de EL PAÍS

En el mes de junio el flamenco se posó en los Matinales de EL PAÍS y lo hizo de una de las mejores maneras. Alba Molina, hija del dúo de flamenco fusión Lole y Manuel, se subió al escenario del Teatro Lara de Madrid el pasado 4 de junio. La actuación de Molina para los Matinales forma parte del ciclo de bolos que da la artista por su último disco Alba Molina canta a Lole y Manuel.

Pero Alba no estuvo sola encima del escenario, vino acompañada del guitarrista Joselito Acedo, que ha sido quien le ha acompañado también en la grabación del disco. Este álbum es un cariñoso homenaje que hace la cantante a sus padres, tras el fallecimiento de su padre, Manuel Molina, en mayo del año pasado.

Alba Molina es conocida por seguir en cierta manera los pasos de sus padres. Sus dos primeros discos “Despasito” (1998) y “Alba Molina” (2001) estuvieron repletos de temas de pop aflamencado y de algunas versiones. Pero en 2003 Alba fue más allá y se atrevió a fusionar flamenco-hip hop con el trío Las Niñas, acompañada por las artistas Vicky G. Luna y Aurora Power.

Su primer disco con Las Niñas “Ojú vendió 80.000 copias y ganó los Premios de la música en las candidaturas de Canción revelación y Grupo revelación. Sin embargo, el segundo disco de Las Niñas “Savia negra no tuvo tanto éxito y el grupo se disolvió. Vicky G. Luna y Alba Molina, acompañadas por el guitarrista Ricardo Moreno, trabajaron juntas durante un breve tiempo en un proyecto que unía flamenco con jazz y blues.

En 2009, Alba Molina comenzó un proyecto nuevo con Andreas Lutz, cantante del grupo de funky andaluz O’funk’illo. El nuevo dúo se llama Tucara y su primer éxito fue “No puedo quitar mis ojos de ti, una versión aflamencada de la canción “Can’t take my eyes off you”.

Durante el Matinal, pudimos ver a una Alba Molina mucho más madura y más flamenca que nunca, ya que los temas de sus padres no ha querido modificarlos mucho y, así, mantener su esencia, por lo que los ha interpretado sin añadir nuevos arreglos ni instrumentos. Están solo la voz de Alba y la brillante guitarra de José Acedo.