Ernesto Ekaizer

Columnista y periodista especializado en economía

El acta secreta del encuentro en el rancho de George W. Bush

ActaCrawford
José María Aznar y George W. Bush, expresidentes del Gobierno español y de Estados Unidos, respectivamente, en rueda de prensa tras reunirse en el rancho de Crawford. / Bernardo Rodríguez (EFE)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

A primeros de 2007, tres años después de cubrir en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, en Nueva York, las escaramuzas fallidas para obtener una resolución para respaldar la invasión de Irak, todavía seguía con la idea de escribir un libro sobre Aznar y la guerra.


Autopsia o venganza


Mantuve decenas de entrevistas. En una de ellas, mi interlocutor habló del acta de Crawford. Se refería al rancho del presidente George W. Bush, al que habían acudido José María Aznar y Ana Botella el 22 de febrero de 2003, tres semanas antes de la invasión. Señaló que conocía algún detalle pero no la versión completa. Al cabo de unos meses, tuve datos más precisos. “Bush hace de policía malo y Tony Blair de policía bueno. Eso se dice en el acta”. También se dijo en la reunión que “quedaban dos semanas de preparación militar” y que estarían “en Bagdad a finales de marzo, con o sin resolución de la ONU”.

“Aznar a Bush: Estamos
cambiando la política
española de los últimos
200 años”

El acta, según la versión, era trabajo del embajador de España en Washington, Javier Rupérez, quien había oficiado de intérprete entre Bush y Aznar en Crawford. Yo había tratado en los últimos años a Rupérez, que ahora ejercía como director ejecutivo del Comité contra el Terrorismo en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Le llamé por teléfono a Nueva York y le pregunté si había confeccionado el acta de la reunión de Crawford. Creía recordar que así era, pero no estaba seguro. Le comenté la historia de Bush como policía malo y Blair de bueno. “La verdad, no lo recuerdo”, dijo.


El acta de la conversación: “Llegó el momento de deshacerse de Sadam”


Era evidente que Rupérez no quería engañarme. Pero tampoco parecía dispuesto a colaborar. Se trataba de un documento confidencial. Seguí con mis indagaciones. Y la breva cayó. Tuve acceso al acta, un documento histórico excepcional, en principio para incluirlo en mi proyecto de libro. Abandonado este, solicité permiso para publicar la información y el acta en el periódico. El 26 de septiembre de 2007, EL PAÍS dedicó la portada completa, a cinco columnas, a la historia. “Aznar a Bush: Estamos cambiando la política española de los últimos 200 años”. En el sumario se destacaba: “El presidente de EE UU avisó al líder español que iría a la guerra en marzo con o sin amparo de la ONU”. Y en la portada también se destacaba: “Yo prefiero [invadir] el 10 de marzo. Esto es como el juego del policía bueno y el policía malo. A mí no me importa ser el policía malo y que Blair sea el bueno”.

Portada-26.09.2007
Portada de EL PAÍS del 26 de septiembre de 2007. /EL PAÍS